jueves, 30 de junio de 2011

The Animals - Animalism (1966)



Creo que todo el mundo ha conocido a este grupo gracias a ''The House of the Rising Sun'', la mejor versión posible que se lo podría hacer a semejante clásico americano, pero que más allá de eso poca gente se ha puesto a profundizar en la discografía de The Animals.

Bueno, para ser sinceros tampoco es que tengan una de las carreras más solidas en la historia del rock, pero la voz de Eric Burdon al menos sí que merece un pequeño hueco en esto de la música. Animalism puede que sea lo más compacto que llegaron a grabar, ya que todos sus otros álbumes pecan de una precipitación casi absurda a la hora de publicarse, dandose hasta tres discos por año en algunos casos o varias recopilaciones distintas para otros tantos paises.

En este disco al menos consiguen versionar varios blues tradicionales como ''Hit, the road Jack'' o el superclasico ''Smokestack Lightning'' (que por ejemplo los Yardbirds siempre llevaban en su repertorio) que junto a revisiones como el ''Shake'' de Sam Cooke le dan cierta variedad sonora al conjunto.

Sin muchas pretensiones pero con bastante afán comercial, The Animals buscaban una y otra vez que la gente se moviera y chillara con su música, sonar en todas las radios posibles, y pisar todos los platós imaginables. Y si bien no estamos ante una obra maestra, ni mucho menos, cualquiera puede rescatar verdaderas joyas bailables de aquí, y así de una vez por todas saber quien son, y enterrar por fin lo de ''esos que cantan la de House of...''

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lunes, 27 de junio de 2011

The Lovin' Spoonful - Hums of the Lovin' Spoonful (1966)



Supongo que todos hemos oído alguna vez la expresión ''One Hit Wonder'' (que se podría traducir como 'un solo éxito maravilla') para hacer referencia a grupos que han conseguido vender discos y más discos por las rentas de un tema del verano o un single rompedor.

El líder de este grupo, John Sebastian, tiene algo más de crédito que eso (la banda esta incluida en el Hall of Fame del rock, por ejemplo), pero la verdad es que fuera del contexto de los 60, cuesta reconocerle otra forma de aguantar el paso del tiempo que no sea gracias a ''Summer in the City''.

La primera cara del disco es bastante inconsistente, y esa mezcla de folk y country rock bastante abusiva solo pueda ser recibida con entusiasmo por gente que busque el típico sonido sesentero en la producción. La segunda parte del disco remonta un poco el vuelo, y la verdad es que cerrar con ''Summer in the City'' crea una falsa sensación de que ''bien esta lo que bien acaba''.

Al contrario que otras bandas de un éxito atemporal pero discos a un nivel mucho menor (me viene la cabeza ahora el ''California Dreamin''' de The Mamas & The Papas) los Lovin' Spoonful sí que han llegado a tener cierto peso histórico como que por ejemplo directores de cine como Woody Allen o el gran Francis Ford Coppola les reclamaron para hacer las bandas sonoras de sus películas o que fueran miembros activos en la lucha a favor de la marihuana en USA.

Sea como fuere, a día de hoy (Lunes, 27 de Junio) con unos 35º C de media en España, no se me ocurría mejor disco para ir terminando 1966 que uno que contenga la siguiente frase: ''Hot town, summer in the city, back of my neck getting dirty and gritty''

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lunes, 20 de junio de 2011

The Kinks - Face To Face (1966)



Aunque The Kinks llevaban ya una temporada sacando varios discos al año (y dejando por el camino monumentos del rock & roll como ''You Really Got Me'' o ''All Day and All of the Night'') no seria hasta este Face To Face cuando empezaría a relucir su verdadero potencial, en una linea de discos clásicos que dominaría buena parte de la década restante. Así que aunque ya existían como banda antes, podrías decir que aquí empezaba su bautismo.

Puede ser que justamente este espíritu de disco de ''transición'' entre su forma de hacer la música antes y lo que buscaban, y el sonido característico de los Kinks en la producción (a veces demasiado rudo, con una batería bastante machacona) le hagan un poco denso en ocasiones, con algunas canciones demasiado duras muy seguidas.

Ray Davis se luce en ''Rosie Won't You Please Come Home'' y las introducciones de ''Party Line'' y ''Rainy Day in June'' se agradecen para evitar la sensación de ser un simple tracklist canción tras canción, ademas de que son ambas muy buenas, especialmente la primera, con una letra bastante ingeniosa.

En lineas generales el disco es bastante compacto, pero si obviamos a ''Sunny Afternoon'' (que sobrevesale por encima del resto claramente, ya que estamos hablando de una de las mejores composiciones del grupo) no hay muchos más picos en los que el disco se dispare hacia arriba. Más bien todo se mueve en unos parámetros neutros, que solo se mueven en pequeños picos vocales, alguna guitarra de intro y poco más.

No hay que fiarse, porque The Kinks y su discografía de aquí en adelante es bastante pareja en cuanto a calidad (sin contar el álbum que todos sabemos) y cada uno puede tener sus favoritos, pero creo que por ahora solo era el primer paso, y que trabajo tras trabajo seguirían mejorando.

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jueves, 16 de junio de 2011

13th Floor Elevators - The Psychedelic Sounds of the 13th Floor Elevators (1966)



La verdad que entre la portada y el esclarecedor titulo no hay mucho margen para la imaginación con este álbum. En efecto, estamos ante uno de los viajes psicodelicos más importantes de los 60, y uno de los discos  en los que más toneladas de droga se han invertido durante su grabación.

Todo en este disco es bastante bizarro, desde la producción (por momentos poco menos que amateur), la extraña sensación de estar escuchando algo bastante más siniestro de lo que debería ser, las cripticas letras, o la extraña voz de Roky Erickson a medio camino entre el tono de un sermón en la iglesia y un yonki relatando su viaje de ácido.

Por todos estos factores su sonido es muy particular, pero si algo destaca por encima de todo lo demás es el mítico instrumento que Tommy Hall inventó para este debut. El puñetero ''Electric Jug'' o lo que es lo mismo: ¡El jarrón eléctrico! Literalmente es una jarra de cerámica que al soplarla emite un sonido que solo puedo describir como ''Wooo Wooo Wooo''. Imaginaros que clase de banda tiene un miembro solo para estar soplando un botijo.

En la mejor canción del disco, ''You're Gonna Miss Me'' podemos encontrar la famosa jarra, a Erikson con su particular voz, unos riffs garageros muy interesantes y hasta un solo de armónica, que sirve como sinopsis para el resto de canciones, aunque en una especie de ficticia cuenta atrás hacia la decadencia las canciones se van volviendo más duras hasta la insuperable ''Kingdom Of Heaven'' donde de verdad se escuchan sonidos de otro mundo (Sí, y el jarrón también)

De repercusión tardía, mucho más que otros discos adelantados a la psicodelia como el Fifth Dimension de The Byrds por ejemplo, es casi más un disco de culto que una inspiración directa sobre los grupos. Puede que incluso muchos de vosotros, al menos los más jóvenes, llegarais a este grupo como yo, a través de sus herederos directos en las drogas, Primal Scream (El Screamadelica podría tomarse como una revisión de esta obra perfectamente) y el cover de ''Slip Inside This House''.

Erickson termino arrestado, encarcelado, ingresado en un centro psiquiátrico, y poco después diagnosticado de esquizofrenia por consumo de LSD y abuso de marihuana. Hasta en esto se adelanto a otros pirados celebres como Syd Barret, que grande.

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lunes, 13 de junio de 2011

Simon & Garfunkel - Parsley, Sage, Rosemary and Thyme (1966)

 


Tras este minimalista titulo se encuentra el tercer disco del dúo. Una evolución lógica de su sonido, como ya lo fue del primero al Sounds of Silence. Esta vez dan un paso hacia un ''baroque'' folk, que parecen tomarse literalmente en algunos temas, como ''Scarborough Fair / Canticle'' donde un clavicordio nos da los buenos días y sirve como batuta para marcar el camino que llevara el resto de temas.

El disco se mueve básicamente entre dos aguas: en azucarados (hermosos para otros) momentos de un buen gusto innegable, coros bastante contundentes y unas letras todavía más cuidadas, como por ejemplo ''Homeward Bound'' o los arreglos de cuerda en ''The Dangling Conversation'' y por otro lado en pequeños guiños experimentales (todo lo que ellos se podían permitir) como es la bizarrada de ''7 O'Clock News / Silent Night'' con esa radio dando las noticias de fondo.

En la faceta netamente folk, podemos tomar a ''A Simple Desultory Philippic (or How I Was Robert McNamara'd Into Submission)''  (otro titulo minimalistas de los chavales, como podéis apreciar) de referente, aunque la verdad es que no deja de ser una copia/homenaje a Bob Dylan. La canción esta formada a base de retales, como títulos de canciones o frases de algunos de los temas más famosos de Dylan. Ese ''Everybody must get stone...'' no deja mucho a la imaginación.

Como resumen, ¿que podemos encontrar en el disco? Pues más y mejor, más variedad posiblemente y una mejor producción que en el anterior álbum. Para los fans, una delicia. Para el resto, otra nueva golosina.

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domingo, 5 de junio de 2011

The Beatles - Revolver (1966)



La etapa de transición de los Beatles culminaría con este disco. Todos sus miembros alcanzaron a la vez su punto más alto a nivel musical, comenzaron a usar el estudio como un instrumento más (experimentando con prácticamente toda la tecnología existente, e incluso provocando la creación de alguna nueva) y por primera vez dejaron de formar un 'todos para uno' para convertirse en genios individuales al servicio de la música.

Mientras John Lennon encontraba en Yoko Ono la inspiración que necesitaba para comenzar a interesarse por la vanguardia más agresiva del momento, influyendo en él como probablemente nunca nadie lo había hecho antes, otros miembros como George Harrison abrazaba definitivamente la cultura hindú, y especialmente las enseñanzas de Maharishi Mahesh Yogi, creándose así un abanico de ideas tan amplio que habría destrozado a cualquier otro grupo. Pero donde otros hubiesen fracasado, The Beatles crean su álbum más redondo y homogéneo hasta el momento.

Pero puede que, a pesar de todo, terminase siendo Paul McCartney el que se descubriese a si mismo y creciese más como compositor en estas sesiones. Mientras Harrison buscaba la novedad en el sitar y aprendía de Ravi Shankar, o Lennon nadaba casi literalmente en océanos de LSD, Paul buscaba su maduración mediante la exploración de la música clásica, el gusto por el detalle, la sutileza en las letras o el trabajo orquestal de otros gigantes del momento, como Brian Wilson y su trabajo con Pet Sounds.

De aquí saldrían algunos de sus mejores temas, como ''Eleonor Rigby'' y sus arreglos de cuerdas perfectos, que casi le convierten en un cuento con música de fondo, o ''Here, There and Everywhere'' que seria otro de sus regalos al buen gusto. Estos trabajos están al mismo nivel (y en cierta manera son igual de revolucionarios) que otros cortes del disco más innovadores, ya que prácticamente estaba alcanzando con ellos la cima del pop.

En otro rincón estarían las canciones Harrison, como la primera del disco, la conocidisima ''Taxman'' o esa oda al egocentrismo que fue ''Love You To'' donde él toca todos los instrumentos, formando una nueva unión desconocida hasta el momento en el rock mainstream, la cultura india. Hasta Ringo tiene su momento al poner la voz en la sencilla y a veces ridiculizada en exceso ''Yellow Submarine''.

Lennon por su parte seria la otra cara de la moneda, volcado totalmente en la búsqueda del más difícil todavía. Si McCartney había aprovechado el estudio y a George Martin para pintar con sentimientos la música, Lennon se lanzaría a explorar sonidos y formas nuevas de grabación. En ''I'm Only Sleeping'' (mi canción favorita de todos los tiempos) se puede oír un solo de guitarra tocado al revés y uno de los mayores momentos de inspiración lírica de Lennon, creando con las rimas y con su vocalización un efecto onírico casi real. Pero donde de verdad se ganaría un puesto en el Olimpo para el resto de su vida, en un trono que jamas nadie seria capaz de arrebatarle hasta el día de hoy, seria con ''Tomorrow Never Knows''.

Nunca se había escuchado algo parecido, una psicodelia que para ser primitiva resultaba demasiado avanzada. Una producción experimental a base de loops, bucles de cintas y voces de otro mundo. El pistoletazo definitivo para todo el movimiento de los siguientes años y el punto de apoyo que Arquímedes pedía a gritos para mover el mundo. Ni siquiera su colocación en el tracklist da la impresión de ser una decisión arbitraria, siendo la ultima canción del álbum parece indicar que después de ella no hay nada, que todo lo demás una vez se acaba el disco es una mera continuación de lo que ellos acababan de crear.

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