Decían del álbum 'Who's Next', de The Who, que su calidad era tal que en realidad era un 'grandes éxitos' camuflado. Que en el mismo disco se recorría toda su discografía, todas sus ideas y que todas las canciones eran enormes. En su cuarto LP, The Pretty Things parecían ir un poco más lejos todavía con esta idea, y grababan lo que podría pasar perfectamente por un un recopilatorio de lo mejor de los sesenta.
Bajo la idea de crear la primera opera rock de todos tiempos, nacía, literalmente, S.F. Sorrow. Y digo literalmente porque ese es el nombre del protagonista de la historia conceptual que rodea todo, el cual viene al mundo en el primer surco del disco, ''S.F. Sorrow Is Born'', muy en el estilo de los propios The Who. A partir de ahí se nos cuenta la historia del protagonista a través de sus desoladoras vivencias.
En ''Bracelets of Fingers'', basada en su etapa adolescente y los cambios que genera su cuerpo (ejem), se presenta el primer tema indiscutible. Una original estructura que representa a la perfección esa agonía de los jóvenes, tan pronto hundidos como con ganas de comerse el mundo, y que se refleja en unos estribillos psicodelicos increíbles con unas letras insuperables. Lo de esta canción es magia pura, nunca un periodo refractario dio para tanto.
El primer amor en ''She Says Good Morning'' (probablemente la más cercana de todas a The Beatles, y eso que hay donde elegir) y su mayoría de edad haciendo el servicio militar en vete a saber que guerra durante ''Private Sorrow'', otro brual tema con una misteriosa outro que nos transporta directamente a la siguiente canción.
Antes de eso, y aprovechando que la canción es un claro ejemplo de precisión y perfección técnica en el estudio, hay que alabar a la mente detrás de todo esto, al genio de Norman Smith. Si su trabajo con el debut de Pink Floyd ya parecía de otro mundo, con este llego hasta el techo que la tecnología le permitía, dejando a años luz cualquier otro intento del resto de gurús por alcanzar la perfección sonora. Ningún disco, ni uno solo en toda la década, suena mejor que este álbum.
Siguiendo el camino que habíamos dejado, aparece una de las canciones más hipnotizantes y agresivas, ''Balloon Burning''. El contexto de un dirigible en llamas arrasando a todos sus pasajeros y llevándose todas las vidas que encuentre por delante, esta perfectamente plasmado en el enfermizo riff de Dick Taylor, que te taladra durante los cuatro minutos.
De ahí en adelante hay que olvidar el rock y asistir a la etérea ''Death'', con sus largos pasajes de sitar, un sonido primitivo, casi tribal en la batería, y una letra evocadora. No es menos lejana y sugerente ''Baron Saturday'', donde entre congas, el reparto de voces de varios miembros con Phil May y las maracas uno sale automáticamente colocado.
Mientras el protagonista del cuento se va descubriendo a si mismo en ''The Journey'' y ''I See You'', el oyente va descubriendo a los nuevos Pretty Things. Un grupo bastante limitado de R&B que de pronto, como poseídos por un espíritu, se transforman en los dioses del rock. La breve ''Well of Destiny'' (la mayor obra de ingeniería del disco, pero sin ningún valor real en lo musical) cierra el circulo de locura, y es el punto donde S.F Sorrow pierde la cordura mental. ¿A alguien le suena algo sobre un mudo, sordo y algo tonto Tommy o a Pink en The Wall? Correcto.
''Trust'', que parece una revisión del segundo tema, puede pasar como la canción más floja para mi gusto, pero se entiende como el pasaje necesario hasta ''Old Man Going'', una oda a la guitarra eléctrica con una tensión permanente, un solo glorioso y unas voces desquiciadas para cerrar la etapa final de la vida del héroe.
Nuestro amigo Sebastian F. Sorrow parece entender finalmente su destino en ''Loneliest Person'', su desesperación ha acabado con él. Pero haciendo honor a su apellido una vez más, la definitiva, se niega a aceptarlo, y con resignación agarra su guitarra acústica y canta aquello de 'You might be the loneliest person in the world''. Un brevisimo cierre de apenas algo más de un minuto, como un suspiro, para poner el broche de oro a tan tremenda obra.
Puntuación |
Le doy a "mediafire" y me redirecciona a una imagen :/ Está bien subido? Por cierto, no te he podido seguir mucho desde hace un tiempo, pero no sé si comentarías lo que pasó en mi blog; me agradaría que lo hicieras.
ResponderEliminarGracias, se me había olvidado poner el enlace a la imagen. Ahora ya esta rreglado, creo...
ResponderEliminarLo de tu blog es una autentica mierda, sobre todo lo heavy de que te cerraran las de reflexiones personales. Sinceramente estoy seguro de que eso es punible alegando algún tipo de censura, si de verdad quieres devolvérsela puedes empezar por ahí.
Por lo demás poco que añadir, que si necesitas ayuda con las resubidas de los discos o cualquier cosa, ya sabes por descontado que aquí estamos.
Siempre que he oído o leído algo sobre este disco lo comparan con Tommy de los Who y cuando hay debate sobre cuál es el mejor, se suelen decantar por el del grupo de Townshend. Nunca he escuchado Tommy, así que no puedo comparar, pero este disco es muy, muy bueno. Me encantan los discos conceptuales, creo que así es como deberían de ser todos los álbumes.
ResponderEliminarEncaja muy bien lo que comentas de disco recopilatorio, porque cada tema es diferente, englobando distintos estilos de los sesenta y evolucionan con la mente del protagonista, S.F. Sorrow.
En conclusión, buenísimo el disco. Te has atrevido a darle un 10, cosa que poca gente hace, pero se lo merece (¿más que Tommy y The Wall?).
Para mi gusto decir que Tommy es mejor que s.f. sorrow es un insulto al buen gusto musical, no digo que Tommy sea malo pero no tiene nada que hacer al lado de este increible disco de the pretty things (para mí incluso mejor que the wall y aclaro soy fan de floyd). Por otro lado felicito por la calificacion otorgada a este disco es sin duda un 10.
EliminarCuando lleguemos al disco de The Who (si no lo has escuchado antes por tu cuenta, claro) tendrás una buena oportunidad para comparar.
ResponderEliminarMientras llega ese día te dejo una imagen que vale más que mil palabras, sobre cual de los dos discos es más grande.
https://twitter.com/#!/45yomusic/status/169848850461364224/photo/1/large
Como ves, el Tommy no tiene nada que hacer contra la obra maestra de The Pretty Things.
OK, queda claro. Con esta científica y racional demostración, no hay lugar a dudas. LOL
EliminarNo me da tiempo a ponerme con todos los discos que comentas en tu espacio. En estos momentos estoy con el de Os Mutantes, me parece fantástico. Con los Pretty Things nunca me he puesto y con esta nota que le has dado, me voy a comprarlo directamente.
ResponderEliminarSaludos
¡Pero eso es una buenisima noticia! ¡Cuando termines con uno ya tienes el siguiente en el horno!
EliminarNo creo que te defraude la nota, si estas disfrutando a Os Mutantes con estos no podras parar. Seria genial que despues vinieras a hacer una pequeña reseña de cualquiera de los dos.
Saludos!
Da por hecho esas reseñas. Es un placer disfrutar de estas maravillas y en muchos casos desconocidas.
EliminarSaludos
yo considero a este disco entre los tres o cuatro mejores de la historia. Creo que el album Tommy de The Who no le llega ni a los talones, no tiene punto de comparación, S.F. Sorrow es una obra maestra de la música.
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