En la forzada etapa de transición entre Syd Barret y el binomio de Roger Waters y el debutante David Gilmoure se encuentra esta pieza de la historia. Único álbum de la banda donde, de una manera u otra, los cinco trabajan en alguna de sus piezas. El largo peregrinaje desde la marcha (en todos sentidos) de su hasta entonces líder hasta que la banda volvió a encontrarse a si misma comienza aquí.
La psicodelia y el rock espacial de Barret, incluidas sus referencias al cosmos, dejan paso ahora a un Waters compositor mucho más preocupado por las atmósferas y la oscuridad que por el abrasivo sonido de su debut. El problema es que no todos estaban preparados todavía para el cambio y el popurri es bastante extraño.
Por ejemplo el inicio de ''Let There Be More Light'', no tiene casi ninguna conexión con el pasaje intermedio, y mucho menos con el sonido de guitarra tan personal que ha tenido siempre Gilmoure al final de la canción. En lugar de conseguir una estructura compleja con cambios de ritmo más bien parecen tres canciones pegadas unidas a la fuerza.
¿Y que me decís de los sonidillos de chirigota en ''Corporal Clegg''? Como si no tuvieramos ya suficiente con aguantarlos sobre estas mismas fechas. Tres cuartos de lo mismo con la ultima canción, a la postre ultimo legado de Barret, ''Jugband Blues'' donde se da rienda suelta a un 'todo vale' que rompe totalmente el conjunto. Por cierto, un poquito de plagio al ''Being For The Benefit Of Mr. Kite!'' de The Beatles en ''See-Saw''.
Puede que la idea principal no sea mala, y desde luego aunque parezca raro, un disco lleno de pistas como la enorme (tanto en calidad como en duración) ''A Saucerful of Secrets'' habría sido muy espectacular, pero esas medias tintas y esa sensación de haber cogido canciones de aquí y de allí se hace tan evidente que rompe totalmente el ambiente y el tono general que se trata de inculcar.
Hasta ya empezada la siguiente década (Meddle, me atrevería a decir) sus discos eran usados por ellos mismos como pruebas y ensayos, hasta que una vez asentadas las bases de los nuevos Pink Floyd se comienza la gloriosa etapa progresiva. Aun quedaba mucho camino por recorrer.
Puntuación |
Coño, nunca había visto este disco así. Es un disco que cuesta un poco más de la cuenta escucharlo y creo que nunca lo he escuchado entero del tirón.
ResponderEliminarSaludos
Hostia, es que este disco y el Umagguma telita, no obstante, sin ser fan de Pink Floyd, está bastante bien. Saludos.
ResponderEliminarA mi es que me pilla por temporadas, a veces me entretiene y otras no, pero me resulta muy raro volver a el por gusto, más bien suelo hacerlo cuando hago un revisionado a Pink Floyd. Muy irregular.
ResponderEliminarLo que no entiendo es a los que dicen que esta algo infravalorado. Bueno, yo creo que el álbum es lo que es, ni mas ni menos, otra cosa es que de lo que hay se pueda disfrutar (sobre todo por los fans), pero no le daría más valor del que tiene ni de coña...
A mí me parece una ida de olla extremadamente entretenida, pero ensombrecida por los grandes discos de la banda.
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