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El grupo The Moody Blues rompe con varias etiquetas en este álbum. La primera de ellas es un cambio total de su sonido, pasando del R&B de su debut, a iniciar el camino del Rock Progresivo, un cambio bastante contundente, de los más locos que recuerdo. Otra barrera que se saltan a la torera es la instrumental, ya que deciden añadir como un miembro más de la banda a la London Festival Orchestra, iniciando así otro estilo como seria el Progresivo Sinfónico, que luego rescatarían por ejemplo Yes, aunque en esta ocasión la marca de la casa la ponen los sonidos de música clásica (entiéndase la música docta, no la del clasicismo) y las continuas referencias y uso de los instrumentos de la música culta. Por si esto fuese poco, también se atrevieron a darle un toque conceptual al álbum, contándonos la rutina de un hombre desde su despertar hasta la caída del sol. Casi nada para un segundo disco.
Con semejante descripción no hay que ser muy ducho para darse cuenta de que es una grabación un poco pretenciosa, y que en semejante entramado a veces la atención se puede llegar a perder en largos pasajes sinfónicos, con enormes partes basadas solo en arreglos y orquestación, e incluso con el uso de las voces para recitar. ¿Es esto algo malo? Pues sinceramente no. Desde luego que es bastante atrevido, y puede que para algunos sea una mezcla demasiado disparate, incluso una herejía, pero la verdad que el resultado es espectacular.
En el otro lado de la moneda incluye varios temas con cierto tono psicodelico pero bastante pop, herencia casi directa de la etapa Sgt. Pepper de The Beatles, e incluso se permitieron conseguir un 'éxito comercial' con el ultimo corte del disco ''The Night: Nights in White Satin''. Lleno de texturas, opulento y fastuoso, una resaca continua de armonías y un trabajo soberbio a la hora de seguir la narrativa con la música en base a la historia que se cuenta, dejan una sensación de estar ante un disco pensado hasta las ultimas notas, digno de ser casi ''representado'' y no tocado en directo.
Puede que la mezcla no pueda convencer a los puristas de ninguna de las dos partes, no es la primera ni la ultima vez que dos géneros dispares se fusionan y la cosa no funciona, pero en esta ocasión todo parece encajar como un puzzle. Luego ya cada uno vera su habilidad para encajar las piezas.
Puntuación |
No esperaba ver ‘Days of Future Passed’ por aquí, y no porque sea un trabajo mediocre (obviously), sino porque su carácter innovador no compensa suficientemente la falta de maestría con la que llevan a cabo esa “fusión”. Por otra parte, estamos en 1967, no se le pueden pedir peras al olmo. Faltarían todavía 6 años para que Renaissance publicasen tres discazos (ninguno saldría de mi top20) como son ‘Ashes Are Burning’, ‘Turn of the Cards’ y ‘Scheherazade & Other Stories’. Ahí ya se percibo un sonido madurado, pero para que algo así ocurra alguien ha debido poner las primeras piedras. Esa diría yo es la contribución de The Moody Blues.
ResponderEliminarMe gustó. Y agrego al comentario de Dani: Una vez en un aula de la facultad de historia dijo un compañero que la Revolución Francesa había sido muy moderada porque no había generado ciertas condiciones para que las clases más bajas se vieran favorecidas en un cien por cien. Por ello, continuaba el compañero, la Revolución Francesa era moderada.
ResponderEliminarotro compañero, replicó con cierta certeza: Para cuando fue la RF esas ideas igualitarias ni existían, no se les puede reprochar tibieza en ese contexto.
Y con este disco lo mismo, no se les puede reprochar nada, los pioneros cincuenta años después pueden lucir naifs, pero sin ellos nada hubiera sucedido.
Wow, Dani, vaya comentario más completo. No se ni por donde meterle mano. Lo primero me alegra ver que he ''sorprendido'' con mi elección, ya que últimamente se me tildaba de ''facilona'' (es una cuenta atrás de lo mejor de cada año desde el 65, es normal que lo mejor sea bastante conocido y popular, es complicado hacer las listas para mi y aun asi intentar dar a conocer cosas nuevas).
ResponderEliminarEn la segunda parte de tu mensaje también estoy totalmente de acuerdo, faltarían unos años para consagrar el genero, pero estaba claro que había que conocer de que polvos vienen estos lodos. Ademas de que yo le doy bastante valor al cambio de estilo tan radical, esos grupos que maduran de golpe y porrazo (como Talk Talk por ejemplo) siempre guardan un lugar preferente para mi.
Me ha encantado la anécdota de Sastre. Siempre es bueno no perder la perspectiva de las cosas, y no encumbrar algo solo por ''pionero'', pero desde luego, en mi opinión, tampoco hay que restarle méritos por ''primitivo''.
ResponderEliminarEscuchar cosas como ''el disco esta bien, pero tiene una producción muy de los sesenta y eso le resta valor'' me parecen de locos. ¿A que diablos quieres que suene un disco de los sesenta?
Si bien no es la maestría del Rock Progresivo (hay muchos más estilos,también) , supone una piedra de partida para los grandes discos que llegarían, el primero de ellos en 1969 y no necesita presentación. Buena reseña.
ResponderEliminarTú lo has dicho: los puristas y sus manías. El pop-rock sinfónico da sus primeros pasos con ese disco, antes de que apareciesen Emerson y sus Nice; y Peter Gabriel era fan suyo (el primer disco de Genesis tiene un aire a los Moody Blues). Pero la prensa los despreciaba: según ellos, se trataba de una banda de infantil grandilocuencia, y cosas parecidas.
ResponderEliminarY hombre, no digo yo que fuesen la octava maravilla del mundo; pero, dejando aparte este disco (un poco inflado de más, las cosas como son), en cada uno de sus discos posteriores hay dos o tres grandes canciones.
Me parece un grupo ideal para un buen recopilatorio. Mejor que otros mucho más encumbrados que ellos.
Sí, si en el fondo todos vemos más o menos el mismo disco. Tienen el valor de los pioneros, pero también el problema de no tener referencias previas para evitar errores.
ResponderEliminarEs un gran disco, dentro de su contexto, pero que obviamente palidece al enfrentarse contra otros grandes del genero.