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Durante una actuación en el Café Bizarre (donde el dueño le había prohibido tocar la batería a Maureen Tucker, la viola eléctrica a John Cale y a Lou Reed entonar ni una sola nota de ''The Black Angel's Death Song'', la mayor aberración que había tocado nunca nadie en la zona de Greenwich Village) varios héroes/piscopatas decidieron ponerse a bailar delante del escenario mientras una recién formada The Velvet Underground tocaba canciones sobre cuero y látigos. Uno de estos espontáneos llevo la 'buena nueva' a oídos de Andy Warhol, que automáticamente decidió que solo él podía ser mecenas de semejante grupo de mamarrachos, y que solo ellos podían tocar en sus siguientes inauguraciones. Se había formado un binomio que cambiaría el devenir del rock para siempre.
Al grupo, que ya lo tenia todo para escandalizar, solo le faltaba un pequeño empujón y toda la infraestructura que Warhol podía darles en la Factory. Amplificadores, baterías de verdad (Tucker había llegado a tocar con cubos de basura en varios ensayos) y tiempo y dinero suficiente para que un Cale obsesionado con la vanguardia consiguiera libertad total para experimentar. La única pega es que a cambio de estos billetes al país de Jauja, los chicos deberían llevarse consigo a la musa del momento en la Factory, la alemana Nico. A regañadientes aceptaron, y ella, una modelo con severos problemas de pronunciación que quería hacer carrera como cantante y un acento germánico imposible de ocultar (según ella, no importaba porque quería parecerse a Bob Dylan) completaba un cuadro de fantoches difícil de superar. Continuo era el tocar con la distorsión más alta que su micro o directamente desenchufarselo para no escucharla, aunque con el paso del tiempo bien es verdad que todos acabaron siendo amigos y ayudándose en sus trabajos en solitario.
El día del concierto llego inexorablemente y Warhol se encargó de llenarlo y de que Manhattan presenciara a sus chavales. Salieron al escenario con gafas de sol y tocando de espaldas para evitar que los juegos de luces les produjeran ataques epilépticos (como si ocurrió con mucha gente de la primera fila) y el maltrato sonoro que el publico tuvo que soportar fue tan épico que se cancelaron prácticamente todas las actuaciones y se les buscaron sustitutos por todos los medios para el resto de fechas. Todo el que vio a Lou Reed cantar ''Heroin'' mientras un montón de gente en el escenario simulaba pinchazos en las venas con jeringuillas de plástico en una de las 'performance' más grandes de la música montó esa misma noche una banda o quemó todos sus vinilos. El concierto, obviamente, fue todo un éxito para los chicos, que lo celebraron como toda una victoria.
Era hora de llevar este suicidio sonoro en forma de cacofonías a un disco, y rápidamente entraron en el estudio. La grabación fue, como no podía ser de otra forma, una pesadilla para los ingenieros de sonido. John Cale arrastrando sillas y golpeando objetos por el estudio durante las sesiones, saboteando los instrumentos del estudio (solía poner cosas dentro de los pianos para modificar el tono de las cuerdas) y un fluir continuo de drogas y personal de la Factory llevaban la locura a cualquier rincón de la grabación. Incluso una vez terminado se tuvo que recortar la duración de varias canciones, añadir ''There She Goes Again'' para poder radiarlo (no llego a ocurrir) y hacer un montaje especial con las planchas de impresión que retraso todavía más todo, ya que a Warhol se le había antojado que la portada fuese una pegatina de un plátano con la leyenda 'peel slowly and see' y que al levantarla se viese debajo una figura falica rosa y bananil.
Solo Verve Records se atrevió a lanzar al mercado semejante bomba, y con algo de recelo ya que poco antes la misma compañía había publicitado bastante el disco de Frank Zappa (iniciándose así, sin saberlo todavía ninguna de las partes, un duelo de egos y odios que duraría décadas). Por supuesto fue un fracaso comercial a todas luces y fue retirado rápidamente de las tiendas.
A día de hoy todos saben quien son The Velvet Underground y su monstruoso debut, uno de los discos más importantes e influyentes de la historia de la música, pioneros e inventores del noise rock y proto-todo, miembros del hall of fame of rock desde 1996 y reconocidos mundialmente como probablemente padres del mejor disco jamas grabado. Puede que no sea el álbum más accesible al oyente que se ha hecho, pero creo que ha quedado claro que tampoco era su intención, así que vosotros decidís si formáis parte de la gente que salió corriendo del local para pasar al olvido más absoluto, o los que se quedaron bailando con gafas de sol, esos temerarios que ahora forman parte de la historia y que cuarenta años después aun recibes lineas como estas y ríos de tinta.
Puntuación |
Nunca me ha entrado demasiado bien la Velvet ni Lou Reed. Los Black Angels tomaron prestado de The Black Angel's DEath Song su nombre pero eso ya es otra historia. Un gran disco aunque no de mis favoritos.
ResponderEliminarSaludos
Tienes una oportunidad inmejorable de darle la enésima oportunidad, a ver si esta vez hace 'click' en ti este disco y te unes al club de fans.
ResponderEliminarYo soy presidente de este y del de las Spice Girls.
el secreto de este disco está en escucharlo sin personalidad, dandole valor no por lo que te dice sino por el carro de gafapastas que lo han llevado a la cima
ResponderEliminarUfff, que pereza de comentario de verdad, pensaba que este tipo de cosas ya estaban superadas a estas alturas.
ResponderEliminarMuy buen disco Super Soul. Creo que es la primera vez que lo escucho con atención y si bien no me parece un perfecto 10, acaricia un 9 tranquilamente. Muchas Gracias!
ResponderEliminarMe alegro de redescubrirte el disco compañero, porque veo que ya sois varios los que lo teníais en el cajón acumulando polvo y eso no se puede hacer con semejante clasicazo.
ResponderEliminarUn saludo.
OK , jamas me habia propuesto escucharlo ,pero lo hare que buen analisis
ResponderEliminarMe lo acabo de comprar. Buenísmo. Nico está perfecta en Femme Fatale y Heroin es una super obra maestra, al igual que el disco. De 10
ResponderEliminarMe alegro, es un disco que siempre merece la pena tener. Imagino que te habrás decidido por el CD pero si has tenido buen ojo y has echado mano al vinilo, seguro que ahora mismo estas gozandotelo con la portada.
ResponderEliminarUn saludo, gracias por pasarte.
Yo le pndría un 11. Uno de los mejores de la historia del rock.
ResponderEliminarDescurbo hoy tu blog, me gusta la propuesta, me veras por aquí de vez en cuando.
Saludos
Ya me ha sido difícil encontrar el CD en una tienda cercana que no me imagino el vinilo. De todas formas lo buscaré, quiero disfrutar de la pegatina.
ResponderEliminarBueno, la tonteria de la pegatina dura los cinco primeros minutos (¡Aunque vaya minutos!) pero la calidez de un disco como este en vinilo es impagable.
ResponderEliminarEse leve zumbido de la aguja, los arañazos en las pistas que hacen que Venus in Furs aun parezca más épica, todo todo.
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